7 de agosto de 2012

cazadores de sombras publicacion 60


Jace ya estaba lo bastante mal con lo de Alec, como para perder ahora a Clary. Ella se había ido, pero… ¿Le ha dejado algo?
El rubio fue hacia su cuarto, y encontró un papel de un impoluto blanco, justo encima de un libro que estaba leyendo, el cual lo puso en la mesilla de noche.
Comenzó a leer.
Querido Jace:
No puedo evitar pensar que esto ha sido culpa mía. Puede que no lo haya sido. Pero no paro de pensar que yo soy la culpable de que Alec haya desaparecido.
Tengo lástima por Magnus. Todas las cosas que les han pasado: las peleas, la separación que tuvieron hace unos meses, la reconciliación… Pensar que Magnus puede perderlo ahora… no puedo quedarme de brazos cruzados mientras él lo pasa mal, pensando en lo que le pueden hacer…
No pudo leer más, Clary se ha ido, posiblemente para siempre. Han desaparecido armas, no se la puede rastrear, ya que ha hecho una runa en su cuarto, que lo abarca todo y no permite seguirla.
¿Qué hacer? No se puede hacer nada… a no ser…
-¡Izzy, Sebastian, Magnus!-llamó Jace- ya sé cómo encontrarla.
Entraron su hermana, el brujo y el hijo de Valentine en su cuarto.
-No digáis nada-continuó Jace- pienso que  ha ido a rescatar a Alec. Llamaré a Simón, a ver qué me dice.

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