Por un momento, Clary se tensó desde el suelo.
-¿Eres-empezó la joven- la hija de Edward y Bella Cullem?
La pequeña asintió.
‘Eso es imposible’ pensaba Clary ‘Bella tuvo a su
hija, el mismo día en que la convirtieron en vampiro, eso solo fue hace unos
meses’
-¿Qué hace esa chica, la de tu lado?
La joven pelirroja había encontrado la estela y seguía
la runa.
-Estoy-empezó Clary- haciendo un dibujo para ti.
-¿Puedo verlo?
-¡No!-dijeron a la vez- No puedes, es una
sorpresa-indicó Simón,
-Oh. ¡Vale!
La niña se fue dando saltitos, a pesar de que tenis
como máximo cuatro meses, su apariencia era de una niña de siete años.
Unos segundos después, ya estaba lista. Se lo dije a Simón
y partimos hacia Taki’s, el restaurante de submundos. El que usamos los nefilims
y subterráneos.
Había decidido ir allí, ya que supuse, que desde que
se había ido, Alec no comió. Tenía toda la razón, después de salir del estado
de ‘Magnus Bane, te quiero…’ tenía un hambre voraz.
-Al final- decía Simón- no has usado ninguna de tus
armas. ¿Por qué tantas?
-Por si Alec podía luchar. Imagínate que hubiera
estado Edward, Bella, Jasper… Todos ellos. Necesitábamos a todos los
combatientes posibles.