5 de mayo de 2012

cazadores de sombras publicacion 30

Al abrir la tapa de la trampilla escaparon algunas cucarachas, hormigas, y más insectos en busca de luz solar.
Clary contuvo las ganas de gritar ante el tamaño de los insectos, apenas el más pequeño medía cinco centímetros.
Al entrar, todo estaba oscuro, tan solo unos tramos de luz se filtraban por la entrada. Alec sacó su piedra de luz, e iluminó la estancia. La joven estaba a punto de dar un paso al frente, cuando Jace la retuvo.
-¿Qué?
-Has estado a esto, de poner un pie en la tumba.
Clary lo miró, un simple paso en falso, y adiós.
-Hey chicos, mirar, ¿Qué es eso del fondo?
Los dos miraron en la dirección que les marcó Alec. Un ‘altar’ con una cajita plateada.
-¿Qué es eso?
-Voy yo.
-No, Jace, por favor.
-Sí, tengo que ir.
En ese momento, el objeto que el Ángel Raziel les había dado, empezó a vibrar y proyectar luz de su interior. Clary lo cogió y vio de nuevo la flecha que allí los había conducido.
La siguió y llegó hasta la caja, volvieron a aparecer unas palabras en la pantalla ‘dimitte pondus proelii cave tibi, quod petis, est lectus.’ Lo tradujo, <<El peso libera la batalla, ten cuidado, pues lo que buscas está en la caja>> <<Eso significa, que si la muevo y no pongo algo del mismo peso en su lugar, se liberará una batalla>>