16 de abril de 2012

cazadores de sombras publicacion 22

-Chicos, yo también creo que pueden ser hadas, lo huelo…
-¡Deberíamos irnos!-exclamo Clary-no me apetece verme aquí cuando vengan.
-Vamos.
Recogieron todo, y se marcharon, de repente, hacía frio, mucho más del que Clary o Jace pudieran soportar, se pusieron la ropa encima del bañador, aun un poco húmedo por el agua, y caminaron juntos, llegaron a la casa de Simón le dejaron, se despidieron y caminaron en dirección al instituto, Jace se puso detrás suyo y la sujetó por los hombros.
-¿Qué pasa?- el chico estaba tenso y alerta- ¿Qué has visto?
-Nada-comentó irónico- tan solo a la Reina Seelie.
Clary se tensó de inmediato, la simple mención del nombre de la Reina le ponía la carne de gallina.
-Oh, Dios, no me digas eso.
Jace señalo un punto al lado de unos apartamentos, vestía un largo vestido verde, con tonalidades doradas y amarillas.
-Tendremos que acercarnos
Clary asintió a su acompañante, y comenzaron a andar en dirección al ente.
-Buenas tardes mi reina.
-Buenas tardes, Jace Herondale.
-Buenas tardes, mi señora.
-Buenas tardes Clarissa Morgenstern.
-¿A qué se debe el honor de que venga a vernos, señora?