18 de abril de 2012

cazadores de sombras publicacion 24

-Si encontramos la estela de Valentine- Dijo Jace- ¿Nos dirá lo que sabe de Edward?
-Sí.
-¿Sin trucos?
Clary miraba perpleja a Jace, ¿Cómo es que él, estaba siendo tan grosero con la Reina?
-Sí.
-En ese caso, yo, acepto.
Increíblemente, la Reina no había dicho nada sobre la grosería del muchacho.
-Pero…-interrumpió Clary- no sabemos dónde está  la estela.
-Enviare a uno de mis súbditos de la corte seelie y os ayudará en la búsqueda.
-Sí, mi señora
La Reina se fue, y el frio que habían sentido, desapareció por completo. Se fueron al instituto. Y fueron a sus habitaciones. Estaban en el ascensor cuando Clary rompió el silencio.
-Sé lo que has pensado… cuando nombraste la casa de los Wayland.
-No era de extrañar. Lo que paso aquel día lo memorice en mi mente, como cada runa y su significado, como cada palabra del latín y lo que quiere decir.
Clary se sonrojó y rió nerviosamente.

cazadores de sombras publicacion 23

-He recibido noticias de que un vampiro ha venido, aquí,-dijo la Reina- al instituto.
-Así es mi señora.-Jace le contesto-Un vampiro llamado Edward. ¿Tendría usted alguna información sombre él?
-Tengo alguna información, pero no sé si dárosla. He venido aquí, además de para saber sobre el vampiro, para pediros un favor.
-¿De qué se trata?-Dijo Clary-¿En qué podemos ayudarla?
-Un objeto de tu padre. Clarissa Morgenstern.
A Clary se le helo la sangre en las venas, sus latidos aceleraron y sus ojos mostraban odio y miedo. Trago saliva.
-¿De qué trata?
-Su estela, quiero tenerla.
-¿Por qué- pregunto Jace- desea tenerla?
-Puede que seas encantador, cosa que a mí me gusta, pero no preguntes cosas que no son de tu incumbencia.
Jace iba a quejarse, pero lo pensó mejor y se mordió  la lengua.
-La casa solariega de los Wayland quedo destruida cuando Clary y yo fuimos…
Clary sabía que estaba pensando Jace, en lo que pudo haber pasado ese día, después de que él, le salvara la vida y la hubiera protegido de los escombros que volaban por doquier.
-No estaba en esa casa, Jace Herondale. Está escondida por lugares inhóspitos, y lleno de demonios y criaturas poco deseadas.

Carta de Jace a Clary

Hola nefilims, subterráneos y mundanos. Les enseñe a mis amigos parte de la carta que le escribe Jace a Clary, y se emocionaron, como no tenia el resto de la carta, les prometi (Por el Ángel) que la publicaria en mi blog, asi que, la pongo
Clary: 

A pesar de todo, la idea de que este anillo se pierda para siempre me resulta tan insoportable como la de dejarte. Y como no tengo alternativa acerca de lo segundo, al menos quiero poder decidir lo primero: te dejo el anillo de nuestra familia porque tienes tanto derecho a conservarlo como yo. 

Escribo estas líneas al amanecer. Te contemplo mientras duermes y noto cómo sueñas al observar tus párpados inquietos. Ojalá supiese lo que pasa por tu cabeza. Me gustaría deslizarme dentro de ella y ver el mundo a través de tus ojos. Verme a mí mismo como tú me ves. O quizá prefiero no verlo. A lo mejor, si lo hiciera, la sensación de que estoy perpetuando una especie de GRAN MENTIRA sería aún más intensa, y no lo soportaría. 

Te pertenezco. Podrías hacer lo que quisieras conmigo y yo lo consentiría. Podrías pedirme cualquier cosa y yo me partiría a mí mismo para complacerte. Mi corazón me dice que ése es el mejor y más grande sentimiento que he albergado nunca. Pero mi mente es capaz de distinguir entre  desear lo que no puedes tener y desear lo que no deberías querer. Y yo no debería quererte. 

Llevo toda la noche viéndote dormir, observando la luna venir e irse, proyectando su sombra sobre tu cara en blanco y negro. Nunca había visto nada más bello. Pienso en la vida que habríamos podido llevar si las cosas hubieran sido distintas, una vida en la que esta noche no sería un acontecimiento aislado, separado de la realidad, sino parte de nuestro día a día. Pero las cosas no son distintas, y al mirarte no puedo dejar de pensar en que he sido yo el que ha provocado que me quisieras.

La verdad que nadie se atreve a proclamar en voz alta es que el único que tiene una vacuna contra Valentine soy yo. Sólo yo puedo acercarme a él lo suficiente. Incluso si fingiese que deseo unirme a él, me creería, lo haría hasta el momento final en el que yo decidiese poner fin a todo, de un modo u otro. Tengo algo de Sebastian, puedo rastrearlo hasta el escondite de mi padre. Y eso es lo que voy a hacer. Así que te menti anoche. Dije que quería pasar una noche contigo. Pero lo que en realidad quería es pasar todas las noches contigo. Y por eso ahora debo deslizarme por tu ventana, como un cobarde. Porque si tuviese que decirte todo esto a la cara, no podría marcharme.

No te culparé si me odias. De echo, sería lo mejor.
Mientras pueda seguir soñando, soñaré contigo. 

Jace