-¿Clary Fray? Se que estas bajo la cama, sal de ella.
La joven salio y se dejo ver, él la miraba como si fuera una niña de cinco años, ahora ella podía ver su altura, mediría entre 1’85 a 1’90 ¿Qué hacía alguien como él en un sitio como ese? ¿Cómo conocía su nombre? Si era un subterráneo como sospechaba ¿Cómo había entrado?
-¿Qué... qué haces aquí? ¿Quién eres?
-Soy Edward Cullen, el marido de Bella Cullem y vengo a avisarte para que le digas a tu novio Jace Wayland que deje de seguir a mi mujer o lo matare.
En ese momento la entidad fue desapareciendo poco a poco.
-¡Espera!-grito Clary-. Te equivocas, Jace no persigue a tu mujer, ¿Cómo sabes nuestros nombres?
El chico rió.
-os he estado observando a los dos, cuando estabais separados, por que Bella me dijo que alguien, rubio, de ojos dorados, la seguía.
-¡Debe estar equivocada! ¡Jace no la sigue!
- Yo no estaría tan segura, le he visto seguirla, ella intentaba dejarlo atrás con la velocidad de los vampiros, pero era demasiado rápido, incluso para los de vuestra especie, y después de la guerra mortal, de saber que, él, tenía sangre de ángel, lo supe, entendí por que pudo seguirla.
-Todos los cazadores de sombras tenemos sangre de ángel, del Ángel Raziel...
-¡Pero él tiene mas de la cuenta! ¡Al igual que tú! ¡Tu padre...!
-No hables de mi padre,-interrumpió Clary- era un hombre al que he odiado desde que lo conocí, y fue hace algunos meses
