Después de un rato sola en la enfermería esperaba
poder vea a Simón, le habría gustado, pero sabía que no podía, él era un vampiro,
un vampiro diurno, que todavía no sabia aparecerse como Raphael, pero le gustaría
verle en ese momento, ahora mismo estaba un poco histérica, necesitaba a su
amigo, poder abrazarlo como antaño y besarlo las majillas, al instante, un
ruido raro se oyó desde el marco de la puerta, se levantó, ya no le dolía nada,
o tal vez todo, no lo notaba, en ese momento todos sus sentidos estaban alerta,
sabiendo que allí dentro podría haber peligro, pero ¿De qué? El instituto
estaba oculto con un glamour además de ‘fortalezas’ ¿Qué es lo que sonaba desde
fuera? Oyó voces, voces que no le eran conocidas ¿Serían de la clave? ¿Vendrían
por ella? ¿Por ser la hija de Valentine? Seria posible, algo la hizo ocultarse
bajo la cama con su cuchillo serafín, uno que le había regalado Jace poco antes
de el entierro de Max ‘Max’ pensó Clary ‘Pobre Max, tenía toda la vida por
delante, y va su hermano y se la arrebata como si fuera suya’ poco tiempo después
de esconderse bajo la cama, vio aparecer un hombre, no, un hombre no, era
joven, un adolescente, puede que de la edad de 17 años, era atractivo, con pómulos
bien definidos y salientes, con nariz recta, labios redondeados, su pelo estaba
ligeramente revuelto, sus ojos eran verdes, un verde demasiado vivaz para ser
real, bastante alto, no podía especificar cuanto en ese momento, allí, debajo
de la cama, era delgado y con la piel bastante pálida. En ese momento abrió la
boca para decir algo, seguramente sabia que estaba allí.